Ascenso al Cerro Ventana – 18 de mayo de 2025
Los relatos de los integrantes del Grupo de Caminatas con Cumbres del CLub Andino Bariloche siguen sorprendiendo a todos. Es que, además de pasar un día difrutando de la naturaleza, llegan a la cumbre de los diferentes cerros de nuestra cordillera.
Grupo Caminatas con Cumbres
Integrantes: Silvana, Martha, Alejandra, Huilén, Sofía, Pato, Julia, Sandra, Raúl, Axel, Juan Pablo y Andrés (guía)
A las 7:30 nos juntamos en el Club Andino. Todavía era de noche y no teníamos una idea clara de qué nos depararía el Ventana, después de varios días de tormenta que terminaron en nevadas.
Ya en las inmediaciones del barrio Reina Mora, todo estaba vestido de blanco. Estacionamos los autos donde comienza la senda del sector de escalada Tehuelche y enseguida nos pusimos a caminar. Eran las 8:15 de la mañana; comenzaba a aclarar y, para nuestra grata sorpresa, la nieve estaba bien seca. Lo cubría todo, pero no superaba los 10 cm ni en la base ni en la parte superior de la montaña. Esto hacía muy placentera la ascensión por la senda, con ese “crich-crich” tan lindo de la nieve recién caída bajo los pies.
Íbamos descubriendo los increíbles colores del otoño: los coihues en la parte baja, cipreses más arriba, algunas lengas con sus hojitas coloradas mezcladas con esa nieve prolija que todo lo engalana. Y de fondo, una salida del sol mágica pintando de naranja los filos, resaltando el blanco de la nieve y el celeste del cielo, con las nubes bailando en las alturas.
En dos horitas llegamos a La Ventana, no sin antes hacer una pausa para comer algo de chocolate y disfrutar de esa vista tan aérea que tiene el Ventana: se ve desde el lago Gutiérrez en primer plano hasta el Nahuel Huapi al fondo, el Otto, Arelauquen, y toda la zona sur de nuestra ciudad, que apagaba sus lucecitas a medida que avanzaba la mañana.
A las 10:15 llegamos a la Ventana “Venturi”: ¡el ventarrón que pasaba por ahí adentro era impresionante! Como para subirse a un parapente y aterrizar en Pilcaniyeu…
Sacamos un par de lindas fotos y continuamos por la senda, que primero faldea los paredones bordeando el bosque de lenga alta y luego sigue por el filo mismo, tan bonito. De un lado, el valle del arroyito que baja hacia el oeste; del otro, los faldeos hacia el barrio Reina Mora. El tránsito era sencillo, pero había que estar atentos con el hielo sobre las zonas pedregosas. En una parte rocosa tuvimos que trepar unos metros, y ahí nos vino bien la piqueta para limpiar el hielo y ascender con mayor seguridad.
Después de recorrer esa hermosa media luna que arranca en la Ventana hacia el este, pasa por el collado de avalancha al sur y termina en la cumbre al oeste, llegamos arriba. Sin prisa ni pausa, paso a paso, rotando quien iba al frente para practicar la navegación. Muy unidos y contentos. Estábamos a un poco más de 1900 metros. Si bien hacía frío, todos estábamos bien abrigados. Disfrutamos muchísimo de esa vista cumbrera extraordinaria, entre la estepa y la cordillera. Almorzamos unos sándwiches, algo dulce también, compartido a la canasta.
El viento había amainado, como si el Ventana nos esperara con su mejor paisaje: nieve, solcito entre nubes y esa vista mágica. Estuvimos como media hora ahí… ya era hora de bajar y devolverle calor a las patas y a las manos.
Optamos por descender por el acarreo que baja desde el filo hacia el límite este del barrio, cerca de los autos. También muy lindo, y más estepario que la subida. Antes de entrar al borde del bosque de lengas, a unos 1500 metros, nos detuvimos a tomar unos ricos mates, té y comer torta y dulces, entre charlas divertidas y una vista de lujo hacia los lagos y Bariloche.
Cerca de las 15:30 llegamos a los autos. Fue un día de montaña fantástico. Estaba fresco, pero todos bien equipados, disfrutamos paso a paso, y se sintió esa vibra especial del grupo Cumbres: armónico, de muy buena onda… un encuentro de amigos, y ese sentido de pertenencia que nos deja el Club, con las ganas renovadas de encontrarnos pronto en una nueva salida.
¡Nos vemos!