El Club Andino Bariloche hace llegar sus más sentidas condolencias a los familiares y amigos de Hugo Jung quien partió de este mundo el 1º de enero de 2024. El martes 2 de enero se realizó el velorio en la sede del Club Andino Bariloche.
Último adiós a Hugo Jung
«La familia de Hugo Jung convoca e invita a la despedida final de sus restos. La misma se realizará este jueves 4 de enero a las 13hs (puntual) en el Cementerio del Montañés ubicado en Circuito Chico al pie del cerro López. Desde ya, muchas gracias por acompañarnos en estos momentos de tristeza y profundo dolor.»
Las palabras de despedida de Hugo, en primera persona y de su propio nieto Diego LLorente, publicadas en el diario El Coridllerano se pueden leer aquÍ.
También compartimos un texto enviado por Roni Monrás que resume pinceladas de su vida, en relación con el Club y con la comunidad.
EL CLUB ANDINO BARILOCHE DESPIDE A UN PIONERO DE LA MONTAÑA :
El 1 de Enero del año 2024 se nos ha ido un querido Socio, una persona que llevó a la montaña en lo más profundo de su ser. Tenía 95 años y había nacido el 18 de Julio del año 1928, aquí en Bariloche. Hablamos de don HUGO JUNG.
Con menos de 20 años de edad se asocia al CAB, corría el año 1947. Era genial escucharlo contando como eran cada uno de los socios fundadores, pues llegó a conocerlos bien.
“ La sede del Club era una casilla de madera que alquilaba frente al actual Banco Nación y era muy lindo charlar con don Emilio Frey – ya todo un personaje respetable en la ciudad – y con el gran deportista que era don Otto Meiling, me pasaba muchas tardes compartiendo con ellos “ nos decía Hugo.
Y que hizo en el CAB?, pues de todo: fue chofer, manejó los colectivos que poseía el club, por muchos años colaboró con la Escuela Juvenil de Montaña, guiando diferentes grupos, explorando la zona, abriendo picadas, participando de muchas subcomisiones y – por muchos años – fue miembro de la Comisión Directiva, llegando a ser Presidente de nuestra entidad, por trece años.
Y sin olvidarnos que hasta fue refugiero del refugio López, junto a su amigo don Aristeo Benavidez, “cartón” para sus amigos. Ahí estuvo casi dos años.
Mucho, mucho tiempo trabajó como mecánico. Arreglando esos “vehículos de antes “como siempre decía. Su taller, en la calle Tiscornia, denominado “Cerro López “ era el lugar ideal de encuentro de amigos y conocidos, hablando de autos, de esquí y de montaña. Siempre la estufa prendida y las rondas de mate. A cuántos les habrá arreglado su auto !!, pero tenía otra pasión: los trenes. Tal es así que formó parte de un grupo que se denominó “El círculo de amigos de la Trochita “, arreglaron motores, prepararon carromatos y todo para poder recorrer con esos especiales vehículos llamados zorritas, por las especiales vías de la mítica “trochita”, el Tren Patagónico. Así – usando la trocha angosta – pudieron llegar con su solidaridad a muchos pequeños pueblos de la línea sur.
Sabían que Hugo fue uno de los que ayudó a que nuestra querida nave “Modesta Victoria” no se quemara? Y esto ocurrió en el año 1958, cuando el muelle sobre el lago Nahuel Huapi se estaba incendiando, y este barco estaba amarrado. Como pudieron y en un pequeño bote, Henry David, Hugo Jung y Juan Chiguay llegaron hasta el Modesta, subieron, encendieron los motores, soltaron las amarras y, de este modo la salvaron. Tal vez una anécdota poco conocida.
Incluso en Esquel, se lo recuerda muy bien, pues trabajó en la construcción del primer medio de arrastre, en el centro de esquí de “la Hoya “
Siempre sostuvo que el esquí y el montañismo es lo mismo. Le apasionaba esquiar, caminar, trepar y explorar, lo importante era estar en la montaña, sin importar la estación del año. Conoció los inicios del centro de esquí del cerro Catedral, la construcción de muchos refugios de montaña, los grandes momentos de la escalada local y la exploración y apertura de muchas de las picadas por las montañas que hoy disfrutamos.
Últimamente, siempre estuvo presente en todos los actos de su querido Club Andino Bariloche en especial en el aniversario del mes de agosto, en el día del montañés, desfilando, y disfrutando de estos encuentros con amigos.
Nos ha dejado su especial personalidad, su buen humor, sus chistes, su prodigiosa memoria y su perfil bajo.
Seguro que estará cuidándonos desde los cerros que tanto quiso.
HUGO JUNG, un montañista de corazón, quedará en nuestra memoria por siempre.